Recuerdo la primera vez que me sentí llamado a ser intercesor. Era un momento de profunda angustia personal, un momento en el que necesitaba algo más que mi propia fuerza. En ese instante, una voz interna me dijo: “Ora por otros, y encontrarás alivio para ti mismo”. Fue el inicio de un viaje que ha transformado mi vida. Desde entonces, he aprendido que ser intercesor no es solo interceder por otros, es una forma de vida. Es un camino que transforma al que lo emprende, abriéndole puertas a realidades espirituales que antes parecían inalcanzables.
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En este artículo, vamos a explorar 10 cosas que le suceden a un intercesor, cosas que no se encuentran en los libros de teología o en las charlas de motivación. Estas experiencias, tan personales como transformadoras, dan forma a la vida de un intercesor y le ayudan a conectar con un mundo más allá de lo perceptible.
La Transformativa Llamada a la Intercesión
La intercesión es un acto de amor radical, una decisión consciente de colocar a otros por encima de sí mismo. Es una profunda respuesta al llamado de Dios a servir y amar al prójimo. No se trata simplemente de “rezar por otros”, sino de asumir una postura de defensa, de abogacía, de lucha espiritual por aquellos que necesitan ayuda.
En el camino del intercesor, hay una entrega a la voluntad de Dios que va más allá de los deseos personales. Se trata de aceptar una misión que trasciende los límites del propio cuerpo y la propia alma. Es un viaje que implica ser receptivo a la voz de Dios, obedecer su guía y actuar en respuesta a sus indicaciones.
10 Cosas Que Le Suceden a un Intercesor
1. Una Conexión Más Profunda con Dios
Ser intercesor implica un acercamiento a Dios como nunca antes. La intercesión es una conversación constante con el Padre, una búsqueda persistente de su voluntad en la vida de otros. Esta cercana comunicación abre puertas a una relación más profunda con el Espíritu Santo, llenando el corazón de paz, sabiduría y fortaleza.
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2. Un Sentido Inquebrantable de Propósito
El intercesor descubre que su vida tiene un significado trascendente. Ya no se centra en los problemas de su propia vida, sino en solucionar los problemas de otros. Esta visión de la propia existencia genera un sentido de propósito y satisfacción que pocos roles pueden igualar.
3. Una Mayor Compasión y Empatía
La intercesión abre la mente y el corazón a las necesidades del mundo. El intercesor aprende a ver a otros con más compasión y empatía, a comprender sus dolores y a sentir su dolor como propio. Esta sensibilidad genera un profundo amor por la humanidad y un deseo de ayudar a los necesitados.
4. Una Increíble Fortaleza Espiritual
La constante lucha espiritual en favor de otros desarrolla una fortaleza interior que parece sobrehumana. El intercesor se enfrenta a los problemas de otros, libra batallas espirituales y recibe la fortaleza del Espíritu Santo para resistir y vencer. Esta experiencia fortalece la fe y aumenta la resistencia a las pruebas de la vida.
5. Una Visión más Clara de la Verdad
La intercesión implica una búsqueda constante de la verdad, no solo la verdad sobre la situación de la persona por la que se intercede, sino la verdad sobre la voluntad de Dios para su vida. Este proceso de discernimiento y búsqueda continua abre el corazón a la verdad divina y permite al intercesor ver con claridad la voluntad de Dios para cada situación.
6. Un Mayor Sentido de Responsabilidad
El intercesor se da cuenta de que su vida no solo le pertenece a él mismo. Su vida es un regalo de Dios que se debe utilizar para el bien de otros. Esta conciencia genera un sentido de responsabilidad por el bienestar de los demás y un compromiso con la construcción del Reino de Dios en la tierra.
7. La Revelación de Poder Oculto
Al ser intercesor, se descubre que existe un poder invisible que opera en el mundo, un poder que puede transformar situaciones y vidas. Este poder no es mágico, sino real y proviene del Espíritu Santo. Experimentarlo genera asombro y convicción de que Dios puede hacer lo imposible.
8. Una Mayor Compasión por los Pecadores
La intercesión por los perdidos y los caídos genera un amor incondicional y una compasión profunda por los pecadores. El intercesor ve a cada persona como un hijo de Dios, digno de amor y redención, y se esfuerza por llevarlos de regreso a la presencia de Dios.
9. Un Incremento del Poder de Oración
Al interceder por otros, el intercesor desarrolla una vida de oración más profunda y poderosa. La oración se vuelve más constante, más enfocada y más eficaz. La intercesión convierte la oración en un arma espiritual, un instrumento para cambiar el curso de los eventos y la vida de las personas.
10. La Experiencia de la Paz Sobrenatural
Más allá de las pruebas y las dificultades de la vida, el intercesor experimenta una paz que trasciende toda comprensión. Esta paz proviene de la conciencia de que está en las manos de Dios, de que está trabajando en un plan más grande que él mismo, y de que está siendo usado para alcanzar su propósito.
Consejos para Empezar a Interceder
¿Te sientes movido a ser intercesor? Aquí hay algunos consejos para empezar tu propio viaje:
1. Comienza con la oración
La intercesión empieza con una búsqueda sincera del corazón de Dios. Dedica tiempo a orar por otros, pidiendo a Dios que te revele sus necesidades y su voluntad para ellos.
2. Escucha la voz de Dios
Préstale atención a las señales y los impulsos de Dios. Él te mostrará a quienes necesitas interceder.
3. Confía en el poder de la oración
No te desanimes si no ves resultados inmediatos. La oración tiene un poder transformador, aunque no siempre veamos su efecto inmediatamente. Sigue intercediendo y cree en el poder de Dios.
Preguntas Frecuentes
Aquí hay algunas preguntas frecuentes sobre la intercesión:
¿Es necesario ser religioso para interceder?
No, no es necesario ser religioso para interceder. La intercesión es una respuesta al amor y la compasión hacia los demás, y puede ser practicada por cualquier persona.
¿Cómo puedo saber si Dios me está guiando a interceder por alguien?
La guía de Dios se manifiesta de diferentes formas. Puede ser un pensamiento, una visión, una sensación en el corazón, o simplemente una necesidad que te lleve a orar por alguien en particular.
¿Qué sucede cuando intercedo por alguien?
La oración es un acto de fe que desbloquea el poder de Dios. Cuando intercedes por alguien, le estás dando permiso a Dios para trabajar en sus vidas y lograr sus propósitos.
¿Debo interceder solo por mis propios problemas, o puedo interceder por otros?
Puedes interceder por ti mismo, pero también por otros. La intercesión es un acto de amor y servicio que nos une a Dios y a los demás.
10 Cosas Que Le Suceden A Un Intercesor
Conclusión
Ser intercesor es un viaje de transformación personal y espiritual. Es un camino de amor, servicio, y unión profunda con Dios. Al interceder por otros, nos conectamos con un poder divino que puede cambiar el curso de eventos y vidas. Esperamos que este artículo te haya inspirado a descubrir el poder de la intercesión. Te invitamos a que te unas a nosotros en la búsqueda de la voluntad de Dios para el mundo.
¿Te gustaría aprender más sobre la intercesión? ¡Comparte tus pensamientos y preguntas en los comentarios a continuación!